El botiquín de mis versos

Todo en la tierra envejece y rejuvenece, el mejor ejemplo, Natura, muere la rosa en el rosal, y vuelve a nacer. La tierra recibe un maltrato, pero la naturaleza es sabia, retalla allí donde ni imaginamos.

No perdamos la esperanza ya que es el futuro, y la vivimos en el presente. Natura resurge llena de Amor para sus hijos, ella despierta al alba como una heroína. Recibe el maltrato del ser humano, sus hijos, y ella perdona, vuelve a aparecer, aunque ahora más debilitada. En nuestra mano está el saber cuidarla, para que nos siga abasteciendo. Una madre que recibe un maltrato continuo, enferma y muere.

Hijo, muy tarde a mi has venido,  
con la llamada de socorro.
Asomas afligido,
brotan lágrimas de tus ojos.
Mi esfera se tambalea
me siento sin fuerzas,
mis brazos son yermos
y el rocío es poco
para mi vientre eterno.

Son muchos los que no reflexionan,
ni razonan, ni toman conciencia.
Intento llorar, pero no cae la lluvia 

de nácares de mis ojos,
para hidratar mi tez desértica.

En mi ropa faltarán las rosas,

y en mi pecho el dulce de leche. 

Pido con urgencia un bálsamo,
lluvia de agua purificada,

moradas donde brille el Sol,

y las sonrisas de los niños...

Dispuestos, por la salvación del futuro.

¿Quien observa vuestros actos?

¿Esto es un castigo?

¿Oiremos los silbidos

de los pájaros al caer, 

a los pies del árbol, desnutrido,

por no encontrar subsidio?

¿Sufriremos la soledad

que se siente, al ver el barco alejarse,

en el horizonte perdido? 

¿Dónde está el botiquín de mis versos,

se extravió, nos abandonó,

o es el abuso y avaricia del intelecto?

Se van acabando los agasajos de mi corazón,

Mis perlas, corales, aguamarinas, 

los terciopelos de mi semblante fresco. 

Todo en la tierra tiene que morir y nacer;

hay que pasar hoja.

Hijo, tu naces y mueres en mi tierra,

pero si muere el botiquín de mis versos, 

¿Quién os criara?

¿Quién os va a amamantar?